Política

¿ES LA CÁMPORA EL PROBLEMA QUE TENDRÍA ALBERTO PARA GOBERNAR?

No es raro leer y escuchar en medios hegemónicos que la organización juvenil peronista “La Cámpora” puede convertirse en un riesgo para un eventual gobierno de Alerto Fernández. Argumentan, que le exigirían que avance con una serie de medidas destinadas a satisfacer reclamos de los sectores populares, demandas imposibles de cumplir (para ellos, claro).

Lo extraño no es que estos medios, representantes en más de una ocasión de los intereses de los sectores más concentrados de la economía, digan esto, sino que lo repitan amigos radicales y militantes supuestamente progresistas.

El problema que tendrá ese gobierno, si ratifica el triunfo el 27 de octubre, para aplicar políticas de distribución de la riqueza más equitativa, según los dichos del candidato, no serán sectores políticos del oficialismo. Serán quienes vean que sus intereses son amenazados (aún en pequeña escala) por esas políticas. Entonces, sectores financieros, del conglomerado agroexportador, importadores, más la expresión del capital más cerrado a cualquier concesión, darán la pelea que es la más difícil de enfrentar para cualquier gobierno democrático. Ellos son los que dejan de pagar impuestos en grande, despiden trabajadores, realizan corridas bancarias, cortan inversiones o hacen correr, a través de esos mismos medios, versiones desestabilizantes. Relean sino, quienes fueron durante los años de Alfonsín, los que más atacaron a su gobierno (y vean más allá de los paros de la CGT)

Esperemos que el próximo gobierno pueda generar a través del consenso, primero con los partidos políticos de la oposición y luego con los sectores del trabajo y el capital nacional, políticas de crecimiento y desarrollo sustentable, estableciendo, desde un estado fuerte, los límites necesarios al tan mentado “mercado”.

Desde la Causa, fuimos muy críticos de la indisimulable intervención de las corporaciones en las decisiones del actual gobierno, así, como condenamos el silencio del radicalismo ante estos hechos.

Estaremos atentos en el futuro y exigiendo, gane quien gane la elección de octubre, que se cumplan con la responsabilidad de gobernar teniendo en cuenta el interés general y no sólo el de algunos grupos económicos.

Por eso amigos, no nos preocupa la Cámpora, nos preocupa los palos en la rueda que pondrán quienes hoy hegemonizan los debates ciudadanos, por lo que, para ayudar a encontrar salidas democráticas consensuadas, el radicalismo debe recuperar su lugar histórico, de manera tal que las grandes mayorías vuelvan su mirada sobre nosotros y vean una actitud de acompañamiento y escuchen una voz de aliento.

La Causa, septiembre 11 de 2019.



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