Para algunos radicales, el poder parece haberse convertido en un fin en sí mismo. Nos referimos a los que cuando se les preguntaba por qué razón se creó Cambiemos, respondían (y aún responden) “porque era necesario garantizar la alternancia”. De la alternativa… ni mu. Es decir, no decían acerca de “qué es lo que harían”, si se lograba la alternancia, sobre todo en la economía. Da lo mismo ser alternancia por izquierda, por derecha o por el centro. Eso es incidental. Lo que importa es la alternancia.
Esa fijación con la idea de la alternancia y el silencio de radio respecto de la alternativa, en el fondo, no son otra cosa que un síntoma de ese fenómeno consistente en convertir al poder en un fin en sí mismo.
La Causa, septiembre 30 de 2019
Memoria, el corazón de 1937, Frida Kahlo