Política

LA EMERGENCIA Y EL DEBATE PARTIDARIO

Tal vez algunos se pregunten si con estas notas (que continuaremos), estamos queriendo defender al Frente de Todos. Y la respuesta es por supuesto negativa. En realidad, estamos haciendo lo que otros dicen que hay que hacer, pero no hacen: “oposición seria y responsable”.

Pero no seríamos francos, si no reconociéramos que también queremos poner las cosas en su lugar en el partido.

Algunos radicales, casi en el desierto, hemos cuestionado decisiones que tomó el gobierno del PRO. Porque decíamos que ellas, en lugar de mejorar la situación de los argentinos, la iban a empeorar. En realidad, no hacíamos más que decir lo que la UCR decía hasta el 2015. Los que cambiaron, son los que avalaron acríticamente decisiones que el partido creía que no eran buenas.

Pues bien, los hechos nos han dado la razón. Y lo que queremos entonces, es que el partido cambie los comportamientos de estos últimos cuatro años. Primero por el país. Después por el partido. Que es como decir por el país. Porque pensamos que un radicalismo ideológicamente consecuente, es bueno para el país. Y la mejor manera de lograr que el partido cambie, es que la mayoría de la militancia lo reclame. Pero para que eso ocurra, como dijimos, hay que poner las cosas en su lugar. Todos tienen que saber qué pasó en estos años. Para ello sería bueno poner al partido en algo así como “en estado de asamblea” para que en cada distrito se debata acerca de si la UCR, después de perder las PASO, hizo o no lo que correspondía, o lo que en Gualeguaychú se dijo que haría en ese caso.

Pero las conducciones o máximos responsables actuales del partido, (que son los mismos que los anteriores), no tienen el menor interés en hacerlo. Tal vez tengan razón, en definitiva todo salió como estaba previsto. ¿O no?

Hablando en serio, ese debate que se niega en el partido, se está dando igual a raíz del tratamiento de la ley de emergencia. En otras palabras, el debate que no hemos podido dar en la UCR, se está dando en la sociedad. Y nosotros queremos participar. Sobre todo, al comprobar que, por lo qué hacen y dicen, las actuales conducciones pretenden hacernos tropezar otra vez con la misma piedra.

No estamos queriendo reemplazar a nadie. En todo caso, solo a las ideas que han venido guiando las posiciones partidarias en los últimos tiempos. Después de todo, nadie está en condiciones de arrojar la primera piedra. Todos de una u otra manera, hemos cometido errores. Lo que importa es que nos dispongamos hacia adelante, a hacer radicalismo, no proismo. Que no nos obsesionemos con ese 40 % que ni siquiera ha sido bien leído. De nuevo: el debate partidario, o el que debería darse, se da hoy en la sociedad. Y queremos participar. El que no quiera, por la razón que sea, que no lo haga. Está en su derecho. O el que crea que las cosas se arreglan disimulándolas, que disimule. Nosotros diremos lo nuestro.

La Causa, diciembre 22 de 2019.



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