Política

RECOMENDAMOS 4 LIBROS

En sus frecuentes intervenciones mediáticas, los economistas neoliberales dan a entender que sus recetas tienen aval científico y que los países que hoy son potencia, alcanzaron esa condición gracias a la aplicación de ellas.
Los que cuestionan esas recetas, según esos economistas, serían una especie  de “matasanos” de la economía. En esta nota les recomendamos algunos libros que de manera documentada, prueban que las cosas no son como esos economistas dicen. Que esas recetas no son científicas (no existe tal cosa), y  que no es cierto que sean esas recetas las que aplicaron los países para desarrollarse. Más bien es cierto lo contrario.

1)Breve historia de la igualdad. Thomas Piketty.  2) Retirar la escalera – La estrategia del desarrollo en perspectiva histórica. Ha Joon Chang. 3) 23 cosas que no te cuentan del Capitalismo. Ha Joon Chang. 4) La nueva anormalidad. Nicolás Sartorius. (ver en particular el capítulo 17).

No son textos muy largos. No son de teoría, sino de historia económica. De autores muy serios y reconocido prestigio, que pueden resultarnos de gran utilidad para evitar errores en nuestros comportamientos ciudadanos (por ejemplo, a la hora de votar).

En esos textos, entre otras cosas,  verán ustedes que es falso que esas potencias crecieron abriendo sus economías como dicen los economistas neoliberales. (Recién las abrieron cuando ellas eran más competitivas que las del resto de los países). Verán también que es falso que esos  países crecieron sin el apoyo de los gobiernos. La verdad es la opuesta. Comprobarán que es igualmente falso que la fiscalidad progresiva desalienta el crecimiento y  que las economías de las grandes potencias, en tiempos de altas tasas impositivas, crecieron como nunca (Estado de Bienestar). Podrían también comprobar  que cuando los gobiernos de esas potencias se involucraron en el funcionamiento de sus economías para hacerlas más solidarias, estas no solo crecieron como no lo habían hecho antes, sino que además aumentaron las clases medias, se redujeron las desigualdades y se  desconcentró la riqueza.

En esos textos verán también algo que nunca mencionan los economistas neoliberales: la importancia del colonialismo  (y el neocolonialismo) en las economías de esas potencias. De esto nunca se dice nada (ni del rol que jugaron los estados en esas colonias ni de cuánto horror hubo en ello).  Se enterarán también de que después  de la Segunda Guerra Mundial, gran parte de esas potencias  se negó a pagar la deuda pública. De esto tampoco nos dicen nada los economistas defensores del neoliberalismo -y del FMI.

Cuando lean los argumentos que las élites dominantes en el pasado usaban para oponerse a las políticas que permitieron los progresos sociales, verán que son los mismos que utilizan hoy los representantes de la ortodoxia neoliberal.

Constatarán también que con las políticas neoliberales (deserción del Estado, desregulación económica y financiera,  políticas anti sindicales, debilitamiento de la fiscalidad progresiva, etc) esos progresos sociales no solo se detuvieron, sino que empezaron a revertirse. (Y algo muy importante, verán  ustedes que ninguno de esos progresos fue gratuito, que hubo que concientizar y movilizar mucho a los sectores populares).

En fin, no queremos extendernos más. La militancia debe conocer la historia del progreso social. Salvo que lo único que interese sea ganar elecciones. En ese caso, alcanza con sintonizar con la opinión mayoritaria. Sin preocuparse respecto de quién forma esa opinión. (Hoy esto es bastante común. Seguro oyen con frecuencia a nuestros “dirigentes” decir que hacen tal o cual cosa porque “es lo que quiere la gente”. Sin que sepamos si esos dirigentes creen que lo que “la gente quiere” es o no correcto. Esto no interesa, lo único que interesa es ”lo que la gente quiere”. ¡Una maravilla!).
Pero además de la militancia, sería bueno que la propia ciudadanía, sobre todo las clases medias y los trabajadores, en defensa propia, conocieran la historia de la justicia social, o de la injusticia social, como quieran. Y los partidos deberían hacer algo por ello. ¿Lo hace la UCR? No, no lo hace.  

En suma, lo que nos enseña la historia es que los progresos sociales más importantes no se produjeron con políticas neoliberales. Se produjeron con el Estado Social y la fiscalidad progresiva. El primero es imposible sin lo segundo. Y ambos son compatibles con el crecimiento. La derecha dice lo contrario. Pero la historia la desmiente.

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